La mayoría de sus estudiantes, hijos de reinsertados o miembros de familias desplazadas y de estratos bajos, obtuvieron un puntaje superior a 50 en las recientes pruebas Saber 11. Incluso uno de ellos, Néstor Alejandro Torres Chamorro, alcanzó el quinto puesto entre los puntajes de todo el país.
Néstor cumple 16 años este domingo. Vive en la Urbanización La Playa. Sus dos hermanos menores también estudian en el Pies Descalzos. Obtuvo 77, como promedio de puntaje de todas las materias.
“Esto me ayuda para el proceso de preselección de la beca en la Universidad del Norte”, dice Néstor. Ya superó la primera etapa de la asignación de cupos. Aspira estudiar ingeniería de sistemas. No habla mucho, pero admite sentirse orgulloso de haber contribuido a elevar la calificación general del colegio.
Un logro que demuestra que “no porque sea una Población vulnerable, con graves problemas sociales de pobreza, tiene que estar subestimada su educación”, afirma Carlos Díez, asesor pedagógico de la Fundación Pies Descalzos.
En el colegio reciben clases 1.770 estudiantes en una sola jornada. Se les suministra alimentación y nutrición diaria.
El año anterior empezaron a cosecharse los frutos de la obra social emprendida por la cantante barranquillera y María Emma Mejía, presidente de la Fundación: se graduó la primera promoción de 70 alumnos. Entonces, había sido clasificado por el Icfes en nivel medio.
Muchos de los estudiantes graduados en esa ocasión, así como los que ahora cursan 11 y ayudaron a elevar la categoría al nivel alto, provenían de colegios públicos del corregimiento de La Playa. Como El Cañahuate, que se encuentra en nivel inferior de acuerdo con los exámenes de Estado.
La Institución todavía tiene escalones que ascender en la excelencia académica, para llegar a la clasificación de superior y muy superior. “No nos interesa que uno o dos saquen 80, si no que todos estén agrupado cerca de 60, 70, juntos, para que haya justicia y dignidad en la educación”, dice Díez.
El gran avance evidenciado en los resultados, indica que la articulación de programas académicos, lúdicos y técnicos es favorable. “Es un espaldarazo, porque la gente va a empezar ya a ver a Pies Descalzos como nosotros siempre hemos querido que lo vean, como un polo de desarrollo pedagógico en Barranquilla, y como un centro comunitario abierto a todos los barranquilleros”.
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