Shakira abre su corazón y revela lo que la desvela y por quién se muere de amor en estos momentos.En un palacio, a 40 minutos de
Barcelona, nos encontramos para conversar y cenar con la artista que por
estos días es imagen mundial de la marca Oral-B 3D White. Con un brillo
intenso en los ojos, nos contó sobre su hijo, lo que Piqué le aporta a
su vida y hasta de los caminos musicales que la llevan hacia sonidos más
naturales, lo que ella denomina como un regreso a lo más sencillo.
Cuando Shakira está en la casa, en actitud de domingo, no se quita la
pijama, apaga el celular y no atiende las redes sociales. Es el tiempo
sagrado de la familia, de su círculo más íntimo, al que pertenecen los
de su lado más palpitante del corazón: Gerard y Milan.
Cada vez es más difícil encontrar esos instantes de calma que
recargan. Las horas se escapan entre los viajes, las reuniones con sus
equipos de producción, la grabación del nuevo álbum, las citas con algún
jefe de Estado para hablar de la importancia de incluir en su programa
político la educación, la seducción a algún magnate para que invierta en
escuelas, las conversaciones con sus papás y ahora los compromisos con
la línea de productos Oral-B 3D White, de la que es imagen mundial y que
representa un contrato millonario en el que además hay una gruesa
donación para que 'Pies Descalzos' siga construyendo y dotando colegios.
El viernes de nuestro encuentro, la artista se levantó temprano,
escogió con cuidado el vestido violeta de minifalda y las botas de caña
alta que le estilizaban aún más las piernas, y estuvo con su niño hasta
el último instante. En el centro de Barcelona, a los periodistas del
mundo invitados al lanzamiento de la marca se les citaba al atardecer en
el lobby del hotel para llevarlos a un lugar secreto donde cenarían con
la estrella. Pocos muy pocos, solo ocho de los 70 periodistas
invitados, tendríamos el privilegio de una entrevista privada con la
barranquillera. Elenco, como ha sucedido en los últimos años, podría
nuevamente encontrarse cara a cara con ella.
A las 3:30 de una tarde fría y tras 40 minutos de recorrido, llegamos
a Bell Recó (Bello Rincón, en lengua catalana). El majestuoso palacio
de los años 40, que hoy se alquila para ceremonias de los más famosos de
Europa, queda en las inmediaciones de Argentona, entre frondosos
bosques que esconden la mansión. Allí, Rosa Navas, la dueña de casa,
está pendiente de todos los detalles: "No la conocía; es muy maja y
elegante", dice refiriéndose a Shakira, la huésped de la que supo justo
en el último instante y solo cuando llegamos los ocho escogidos para los
encuentros privados. Un contrato de confidencialidad firmado cuando le
alquilaron el lugar les impidió a doña Rosa y a su equipo saber de quién
se trataba la fiesta. Ni siquiera los ejecutivos de Oral-B sabían hacia
dónde nos dirigíamos ese viernes por la tarde. Eso despistó a los
paparazzi que persiguen a nuestra artista.
En el segundo piso, justo en el salón de música -qué mejor lugar para
un encuentro con Shakira-, todo estaba listo para las entrevistas. Allí
la vimos, acompañada por María Emma Mejía y el resto de escuderos
pendientes de que todo marchara según lo planeado.
Ahora te veo más sonriente, ¿por qué?
Bueno, ¡desde el 2010 sonrío más!
¿Y cuáles son esas razones para sonreír más?
Tanto Waka, Waka... (risas)... Bueno, Gerard, Milan... creo que esas son dos razones suficientes.
Los ojos se te ponen más brillantes cuando los mencionas;
cuando hablas de Milan se vuelve más dulce tu expresión. ¿Cuál es la más
reciente pilatuna del niño, la de esta mañana o de ayer?
A ver... la verdad es que se porta muy bien, es muy bueno, ríe mucho,
todo el tiempo; es muy sociable, le sonríe a todo el mundo y se da
cuenta de todo. Hoy me puse este vestido y me miraba así (Shakira abre
mucho los ojos y muestra una expresión de sorpresa). Tal vez pensaba ‘¿a
dónde vas, mami?’
¿Ya pronuncia tu nombre?
¡Nooooo!... ¡Tiene nueve meses!...
Pero de pronto lo balbucea...
Dice ‘mama’ -lo pronuncia sin acento al final y con un golpe más
fuerte en la primera sílaba-, ‘papa’, ‘agua’; pero más que todo dice
‘mama’.
¿Qué le da Gerard a tu vida?
Mucha alegría, mucho amor; me hace sentir muy amada, que es lo que siempre deseé, lo que siempre soñé... ¡Y por fin!
Shakira está en un momento de plenitud total y se le nota en su manera de estar. ¿Cómo es tu refugio, tu vida en Barcelona?
La verdad es que todavía viajo muchísimo, entonces vivo poco en todos
lados. Mi pobre Milan, desde los dos meses de nacido ya estaba volando;
tiene más millas que un piloto. Hizo viajes a Los Ángeles, Brasil,
Miami, volvió a España, luego a Francia... ha estado en todos lados. Así
que eso es lo único difícil de mi trabajo y sobre todo con un niño,
pero hasta ahora lo llevamos bien. Cuando estoy aquí, en Barcelona, vivo
dedicada a Gerard y al niño.
¿Cómo haces para mantenerte conectada con Colombia siendo ya una ciudadana del mundo?
Mi familia es el puente más directo que tengo con Colombia. Las
chucherías que siempre me traen, sobre todo María Emma (Mejía), cuando
viene a visitarme. Cuando llega a cualquier lugar del mundo donde estoy,
me lleva todo lo que sabemos, todo lo que nos gusta a los colombianos:
los chocolates, los dulces colombianos, panelitas, que me encantan.
Frutas no me puede traer, porque la pararían en inmigración, la
aduana... (risas), pero me trae todo lo que puede.
Poniéndonos más serios, ¿qué piensas del proceso de paz que se está llevando a cabo en Colombia?
Mira, yo nací hace 36 años en un país en conflicto, y nunca he visto
la paz en Colombia. Son 36 años anhelándolo, viendo al país soñarlo.
Algo que cada vez parece estar más cerca, por eso cuales quiera que sean
los pasos hacia ese destino, creo que hay que mirarlos con optimismo.
Y tú y yo, como ciudadanos de a pie, ¿qué podemos hacer desde nuestro espacio personal para que eso funcione?
Al haber crecido, vivido y haber sido educada en un país con tanta
desigualdad; donde hay tan pocos que tienen mucho y tantos que tienen
tan poco, crecí con esa incapacidad de tolerar nuestra situación social,
tanta injusticia social. Por eso decidí crear mi fundación, Pies
Descalzos, y enfocarnos exclusivamente en la educación. Siento que en
países como el nuestro, la educación se entiende como un lujo y no como
un derecho. Esa es gran parte de la problemática que ha derivado en
muchas otras cosas, como la violencia, y que ha resultado en un país
permanentemente en conflicto, porque hay tanta gente sintiendo que no
tiene acceso a las mismas oportunidades. De ahí nacen los problemas más
graves que tenemos los colombianos; por eso la educación es un derecho
fundamental que todo niño debe poder gozar. Todos los niños nacen con un
talento, con un potencial; no hay uno solo en el mundo que no tenga una
habilidad, y es responsabilidad de nosotros, los adultos, ofrecerles
esas oportunidades y luchar por el derecho a la educación.
¿Se puede lograr en Colombia?
Tenemos que lograrlo. Por ejemplo, en Colombia más de la mitad del
territorio es selva, donde no hay acceso ni carreteras, donde los niños
se enfrentan a condiciones de vida vulnerables, de pobreza extrema, de
conflicto... ¡Tantos niños tienen tantas dificultades para llegar a su
escuelita! En Chocó, por ejemplo, donde tenemos una escuela, los niños
enfrentaban grandes dificultades para atravesar los riachuelos, los
lugares donde hay siempre mucha inundación; no había infraestructura
para poder llegar a la escuela.
Entonces, lo que hacemos al construir escuelas no es solo promocionar
la educación de los niños que asisten sino que toda la comunidad
comienza a recibir beneficios. El Gobierno también se compromete a hacer
su parte, el barrio comienza a crecer, aparecen las redes de agua, de
luz; todo lo que en un país como el nuestro hace falta. Yo creo que
todos debemos entender que podemos ser partícipes y generadores de esas
transformaciones sociales impulsando la educación, promoviéndola,
hablando de ella; no conformándonos con lo que nos hemos conformado
durante estos años.
Los jóvenes tenemos acceso a las plataformas sociales, y a través de
ellas se puede generar conversación y debates. Cuanto más hablemos de
estos temas, más interés común generaremos. Cuando la educación de la
infancia sea un interés común, los políticos tendrán que incluirla en
sus discursos y sus agendas. Porque al final, los políticos funcionan
así, su tarea fundamental es servirle al pueblo, y si hay un interés
común muy grande y constantemente lo manifestamos, los obligamos a
satisfacer esas necesidades tarde o temprano. Esa es la manera de
producir los cambios sociales. Nosotros mismos podemos transformar
nuestro destino.
Y dentro de esas búsquedas de razones para el optimismo, te
tengo que preguntar por Colombia en el Mundial de Fútbol y tu ‘corazón
partío’ entre España y Colombia...
(Risas)... Sí, tengo muchas ganas de que lleguemos a la final. Si
hubiera una final Colombia-España, ¡yo no sé!... Ese día, o no me
encuentra nadie o estoy ahí como una loca desquiciada gritando
¡Colombia, Colombia! Y mi excusa será decirle a Gerard: "Amor, ya
ganaste un Mundial"... (risas).
Dices que con este disco que está en proceso estás volviendo a lo más puro, a lo más sencillo. ¿Qué quiere decir eso?
Le he encontrado la vuelta a hacer canciones que tienen más actitud,
más rock and roll, un poco más de ese sonido con el que comencé a
experimentar en los primeros años de mi vida musical. Pero claro, con
una evolución, y espero que con un progreso. Estoy feliz con este
material. Me costó un tiempo llegar a él, con tantas interrupciones,
primero el embarazo...
¡Felices interrupciones!
¡Sí, por supuesto!... Y tener el niño, pequeños detalles...
Fuente: eltiempo.com
jueves, 21 de noviembre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario