Estos mismos exempleados acompañaron a la artista en su residencia en Nassau, en las Bahamas, y luego se mudaron con ella a Barcelona, donde la cantante les gestionó todos los documentos necesarios para vivir y trabajar en España. La pareja gozó de “pleno acceso a todos los ámbitos tanto personales como profesionales de Shakira Isabel Mebarak Ripoll”, sostuvo el abogado Marc Molins Raich encargado de la denuncia contra estos a la revista Semana.
El pasado 8 de abril, después de acalorados momentos de la artista con sus colaboradores, Hernández abandonó sus labores por varias semanas y luego mandó decir con su esposa que no trabajarían más con la artista y que se regresarían a Colombia.
Shakira a través de su representante legal siguió lo correspondiente a la ley. La liquidación se realizó según las normas laborales de Bahamas, país en donde estaban contractualmente vinculadas las partes. Según cita Semana “les ofrecieron un monto correspondiente al salario que recibirían en tres meses de trabajo (6 mil dólares) y pasajes aéreos de regreso hasta Barranquilla. El matrimonio rechazó la oferta y demandó ante la jurisdicción española por una liquidación de 250 mil dólares”
El 17 de julio la alarma se encendió. El representante de Shakira aseveró haber recibido una llamada de la pareja en la que le señalaron que si no pagaba la suma requerida el dinero se lo cobrarían con la difusión de imágenes y otros registros de su intimidad. “Lo que no pague Shakira, lo pagarán los medios”, describe Semana.
Hasta el cierre de esta edición intentamos comunicarnos con familiares y amigos de la pareja en Barranquilla, pero no fue posible.
Fuente: El Heraldo
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